Ya podemos afirmar que Biden triunfó aunque falta terminar y va a ser impugnado en las cortes federales. Trump sigue diciendo que él es el ganador, y no acepta la derrota “porque hubo fraude, y que Biden está lejos de haber ganado”. Una mentira más como las que nos tiene acostumbrado el autoritarismo, y un golpe más al erosionado régimen democrático burgués. Lo concreto es que los resultados de Pensilvania definieron la elección. Y el pueblo norteamericano por una diferencia de votos de cuatro millones localizado especialmente en los grandes centros urbanos de las costas festeja. Esa demora y las actitudes de Trump como la complejidad del método electoral de los EEUU llevó a la hija de un amigo decir que “los EEUU cambian más rápido los presidentes de otros países que el propio”.
El análisis de estas elecciones, que tuvieron a todo el mundo pendiente, y que la vanguardia latinoamericana las ha seguido día a día, han planteado o los socialistas y antiimperialistas una serie de problemas (viejos actualizados y nuevos) que nos obligan a tener que reflexionar sobre ellos. Siempre la política marxista se tiene que actualizar para comprender los nuevos hechos de la realidad y para llevar adelante una política y las tares que se desprendan Este es un primer borrador.
Como venimos repitiendo desde hace un tiempo, los EEUU se convirtieron en el centro político en donde mejor se expresan las tendencias de este mundo en crisis y la polarización creciente. También hacen con Latinoamérica el continente donde en los últimos años más ha avanzado la lucha de clases y nuevos procesos políticos. Seguramente los hechos nuevos nos obligaran a actualizar la teoría, cuestión que no pretende hacer este texto. Aquí van algunas reflexiones en breves notas para contribuir para los militantes de la cuarta internacional y la vanguardia social y política luchadora que hay en el continente.
1/ Un triunfo democrático muy importante.
Como colocamos en textos anteriores y cartas a los compañeros del DSA se trata de un triunfo democrático muy importante. Poner un freno, (no derrotar definitivamente pero hacerla recular) a la derecha neofascista era fundamental para continuar en la lucha de los trabajadores y los pueblos. Y en esta elección se está derrotando el mayor exponente del racismo, del machismo, del negacionismo “cavernario” patriotero y fascista que afirma su política en la consigna de “América Great” sobre la base de la mentira, (fake news); de un neofascismo que reprime y agita al pueblo con el peligro del socialismo o el comunismo. Trump polariza la sociedad, alienta y defiende el armamento y las milicias de ultraderecha y bajo ese discurso defiende y alienta el armamento de la población que lo apoya. Es el padre de Bolsonaro, Erdogan, Orban y de todos los movimientos proto fascistas o neofascistas que han surgido en el mundo. Todos ellos sufrieron un golpe. Y todo el movimiento se contagia del entusiasmo ahora que se conoce el resultado.
La rebelión negra encabezada por Black Lives Matter y apoyada en una porción importante de la población blanca, fue un factor central para que Trump sea derrotado. La cantidad de votantes y los 4 millones de diferencia en el voto popular son consecuencia de esa movilización. El hecho que el vice sea la primera mujer negra electa, (y posible sucesora), es un reflejo de ese triunfo.
Sin embargo, con la derrota electoral de Trump no se ha puesto fin al nuevo fascismo, no se lo puso nock out, aunque se los deja más débiles para su política. El movimiento de masas queda con el sabor de victoria de saber que puede frenar a la derecha autoritaria, y está más prevenido y esclarecido si se repite. Que Biden termine ganando es muy importante para los trabajadores de ese país como para todo el movimiento de masas mundial. Los es para el movimiento negro y los movimientos antirracistas, para las mujeres, para los LGBT que en Manhattan ayer una movilización que se inició simbólicamente en la plaza Stonweld. Las multitudes en las calles del país del norte festejando la derrota contagia al movimiento antirracista, feminista y los trabajadores en general.
2/ Porque es relativo o parcial?
Este triunfo hay que definirlo esencialmente por el enemigo que se derrota y no por quien gana. Biden es una pieza importante del establishment; y cuando decimos establishment nos referimos a la alta burguesía imperialista estadounidense y los aparatos de sustentación de ella. Biden es intrínsicamente una pieza importante del régimen, un negociador del Senado y del aparato del Partido Demócrata. Frenar al neofascismo es importante, pero por ser Biden y la cúpula del Partido Demócrata a quien se delegó esa tarea electoral, no es una derrota aplastante; es relativa.
Festejamos este triunfo con nuestras banderas en alto, pero no las bajamos, nos sacamos una piedra en nuestro propio camino. no seguimos ni seguiremos detrás de Biden; por eso fue un voto crítico el que dimos, no apoyamos políticamente a Biden. Se trataba de tirar a Trump. (hay que señalar también que el sistema de votación que tiene características obsoletas es extremamente federalista y eso permitió que en varios estados hubiera plebiscitos. En siete de ellos se votó la liberación de la marihuana y en Florida aumentar el salario mínimo).
El entusiasmo, expectativa y el triunfo, traen mejores condiciones para seguir luchando. Pero no se han resuelto los tendremos en todo este período y lo tendremos que seguir vamos a enfrentándolos. Ayer fue Trump hoy es Biden. Votar por Biden y lograr ahora que se respeten los votos, es fundamental para detener el avance del nuevo fascismo.
Hay también que señalar que al ser relativo, no es un triunfo democrático como fue la derrota del fascismo en la segunda guerra mundial, como cayeron las dictaduras del Cono Sur o en Nicaragua Es un triunfo sobre el neofascismo, (que como colocaremos en otro punto) ha venido para quedarse ya que existe por la situación de crisis estructural que pasa el sistema capitalista y se transformó en una amenaza permanente.
Hay compañeros de la vanguardia antiimperialista latinoamericana (y también dentro de los EEUU) que piensan que por ser Trump y Biden, ambos burgueses imperialistas son lo mismo. Es un error grave no ver las diferencias. Los dos son burgueses y los dos son imperialistas. Están junto en enfrentar al avance de la neopotencia de China y la dominación imperialista. Pero se diferencian en que uno es neofascista y el otro quiere operar la política de dominación anti obrera dentro del régimen demo-burgués.
La clase imperialista mundial está dividida. Una parte camina hacia el neofascismo, la otra quiere mantener su dominación por dentro de la democracia burguesa. Por eso, la unidad de acción expresada en el voto ha sido la política correcta.
3/ Ruptura en el régimen, división en el país
Los EEUU están en cierto sentido rotos. El Trumpismo ha hecho que la principal potencia imperialista esté totalmente polarizada y su régimen fracturado. Las elecciones de los EEUU muestran que el país cada vez más se divide en dos partes. Un sector son las grandes ciudades de las costas y algunas del interior que defienden causas democráticas y progresistas. Ahí se concentra la moderna clase media, los trabajadores de servicios y de nuevas tecnologías y sus derivados que están creciendo. Del otro lado está el país rural, políticamente atrasado y de la clase media de pequeñas o medias ciudades como también sectores del viejo extrativismo y la vieja industria.
Y volvemos a insistir que Trump perdió, pero 70 millones lo votaron (más votado en toda la historia después de Biden), lo que muestra una victoria electoral ajustada que significa que el autoritarismo neofascista conserva una fuerte base social. Por eso, el régimen de la democracia burguesa sigue siendo lapidado por Trump negando los números del escrutinio y lo seguirá en los próximos meses y tal vez años. Trump significó un cambio cualitativo en el proceso de erosión que ya venía sufriendo desde años anteriores.
4/ Pude Biden cerrar esta ruptura y soldar el régimen demo-burgués de dominación?
Nos parece que es una tarea imposible. Solo puede hacer que la fisura no se agrande; poner parches o puntales en un edificio con muchas quebraduras. Es un régimen que se volvió decadente producto de la crisis del capitalismo y la decadencia del imperialismo americano que todavía quiere ser el gendarme del mundo. Ahora lo tiene más difícil; le salió un rival que no tiene nada de progresivo: la nueva potencia “made in China”.
Con la derrota de Trump se frena un nuevo fascismo, el peor enemigo de los trabajadores de los EEUU y del mundo. La consigna de la revolución “libertad e igualdad” -son muy actuales como correctamente coloca Roberto Robaina en sus textos. Los EEUU con su independencia se adelantaron unos años, pero luego se consolidó con la revolución francesa. Esas consignas son imposibles alcanzar hoy por la burguesía. Esta en manos de los trabajadores, del poder popular y de los trabajadores llevarla al mundo a una democracia real y a la igualdad.
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4/ Nuestro parecer de lo que será la nueva coyuntura
Nos parece que surge y un gobierno más débil y que no resolverá los problemas estructurales a pesar de que la presión de la movilización BLM. El peso de del movimiento de Sanders hizo que el programa electoral tenga bastante punto progresivos. Pero será improbable que responda a las expectativas. Arriesgamos algunas caracterizaciones.
= La crisis y la polarización social y política que tiene claras expresiones en los EEUU (Trump-Sanders) hace muy difícil que el viejo régimen consensual se recupere. Esa polarización que no se resolverá, llevará a más desgaste de los dos partidos que sustentan el régimen.
= La luna de miel con Biden no será muy larga si no es capaz de llevar adelante algunas de las medidas más sentidas (new green deal, medicare for allá recuperación de los empleos. Es más probable que avance en algunas reformas del sistema policial, pero que no son las que exigían la movilización. Por eso las expectativas se desvanecerán y volverán a crecer las figuras de la izquierda de adentro y de afuera del PD y con ello la crisis del mismo.
Bernie Sanders ya salió a hacer emplazamientos. Dijo que “hoy se celebra la aparente victoria. Dio las gracias al movimiento progresivo por votar a Biden. Y a seguir porque todo recién comenzó. Nada esta resuelto y que va a lanzar un documento para los 100 primeros días de Biden que se van a enfocar en el desempleo para recuperar la economía de la pandemia y ayudar a los pequeños empresarios”. Por su parte AOC acaba de twittear criticando los ataques al progresismo diciendo que ella, Rashida nunca pararon de batir puerta a puerta a pesar de la decisión de los jefes de campaña y son los que mucho ayudaron a que Biden gane. Hay que resaltar que el ala progresista (independiente del establishment religió los cuatro diputados y que sumó dos más a la bancada. Por su parte el DSA eligio 28 legisladores entre diputados y senadores estaduales. Un militante del DSA acaba de mandar un WhatsApp donde dice: |
“Hoy derrotamos fascismo y mañana empezamos una nueva fase de la Lucha contra neoliberalismo. Sin avances históricos de las fuerzas progresistas Durante los próximos anos, 4 años de Biden solo significara un interregno antes del retorno de Trump”.
= Por otra parte, la crisis y erosión del régimen toca mucho a los republicanos. Trump logró capturar al PR porque ganó los simpatizantes del TEA Party y gran parte y la estructura central partidaria. La política neofascista hizo que perdiera un sector de los viejos líderes y senadores del partido. En definitiva, el bipartidismo clásico que aseguró años de dominación está muerto como tal lo que torna más difícil la “gobernabilidad”. No está todavía claro quien logró la mayoría en el Senado. Si la tienen los republicanos pararan las medidas progresivas que pueda tomar el gobierno y si la tienen los demócratas tendrán que explicar a las masas porque no toman medidas de fondo como las que plantea el progresismo.
Por eso, si bien será un triunfo democrático importante, no significará que Estados Unidos recupere el régimen demo burgués imperialista que permitía en su interior, más libertades democráticas para los trabajadores y movimientos sociales y hacia el exterior levantar la bandera de la defensa de la democracia para hacer de gendarme “falsamente democrático” de la dominación. Trump ha dado fuertes golpes de piqueta y semidestruido el mismo, poniéndolo al borde del abismo. Y él peligro fascista va a continuar ya que cuenta con un gran sector de las masas. Biden gano porque era la alternativa a Trump no porque las masas estén entusiasmadas con Biden.
5/ la defensa de la democracia se volvió una consigna transicional.
Pasó a sr bandera principal de carácter mínimo se puede decir que se convirtió en transicional ya que se une estrechamente a la lucha por la defensa de conquistas del salario, la salud, el empleo por la defensa del medio ambiente frente a la crisis climática y en definitiva la defensa de la vida. Solo se puede revertir la crisis del planeta y los trabajadores, solo se puede conquistar una democracia real, un verdadero régimen democrático atacando los pilares del capitalismo; expropiando a los expropiadores. El programa de Sanders, de manera reformista en los medios se acerca a ese carácter transicional. Por eso, como dice el militante del DSA el neoliberalismo continuo.
6/ El neofascismo no desaparece. Según ellos será solo una derrota táctica y pueden tener razón
Como decíamos ha surgido en un mundo que vive una crisis estructural. Y la crisis de la democracia burguesa está asociada a esta crisis ya crónica. Por la crisis ha venido para quedarse.
Si bien hemos utilizado diversos términos para definir este fenómeno que es orgánico es un nuevo tipo de fascismo. Tiene muchas diferencias del de la década del 30 por eso llamamos neo, pero en esencia es un régimen contra los trabajadores y las libertades democráticas que existen en el régimen demobugués. Se podría objetar que no utiliza métodos de guerra civil como Hitler o Mussolini, pero en otras condiciones que ocurrieron en Alemania, Italia o España para terminar con las situaciones revolucionarias.
Si bien la movilización o rebelión negra fue el movimiento más importante contra Trump y ayudó mucho a su derrota en los EEUU no hubo una revolución democrática como fue el caso de Chile y Ecuador. Fue un triunfo electoral.
7/ El futuro: más condiciones para un partido de los trabajadores independiente y el crecimiento del DSA.
= Bernie Sanders se retiró de las primarias con el pretexto del covidis. Había logrado hasta entonces un gran espacio en el movimiento de masas para su progresivo programa. Durante la campaña de Biden no actuó como un político del establishment demócrata y no bajó las banderas de la revolución política a las que Kamala Harris nunca fue afecta. Es muy importante que ahora salga a cobrar de los primeros 100 días.
La izquierda progresista de los demócratas ganó fuerzas en estas elecciones. No solo porque sumo nuevas diputados y diputadas sino también por el expresivo número de votos que obtuvieron en sus estados. AOC tuvo el 68,8% de los votos, Ayanna Presley de Masachussets 87,3% de los votos, Ilhan Omar Minnesota 64,5%, Jamaal Bowman de Nueva York 83%, Rashida Tlaib Michigan 77,9% de los votos. El progresismo del partido demócratas no está ligado al establishment, son independientes. Ahora tienen un desafío; exigir que las necesidades colocadas en sus plataformas se cumplan. Como esto será muy difícil estarán en una encrucijada. Si no bajan sus banderas serán atacadas por el establishment en el gobierno y la encrucijada es o adaptarse a los mandos o fraccionarse para construir un partido independiente.
Los socialistas tenemos que tener una política de exigencias y apoyar estas demandas de aliados y simpatizantes o militantes del DSA. No podremos decir “Biden es burgués y no va a cumplir”. Por el contrario, deberemos exigir que responda a las aspiraciones de los 74 millones que lo votaron, a las exigencias del progresismo y movilizar a la juventud, los negros y trabajadores por esos objetivos.
De esta manera -y no de otra- surgirán las condiciones las condiciones para un nuevo partido de los trabajadores. La crisis y las fisuras abren posibilidades de ello. Y arriesgamos a decir que el eje de su formación no será el viejo proletariado industrial, si no de la más moderna clase trabajadora de los servicios y los trabajadores derivados de las nuevas tecnologías.
El DSA perdió la oportunidad de ponerse junto al progresismo y hacerlo mediante la unidad de acción por el voto. Tendría que haber hecho puerta a puerta junto al progresismo explicando el carácter de su apoyo. De esa manera hubiera abierto más puertas y conquistando la confianza de trabajadores. De todas maneras, el DSA seguirá y ya está creciendo. Según el informe de su dirección alcanzó 29 legisladores de diputados y senadores estatales. Y las condiciones para seguir creciendo están puestas.
7/ Por el agrupamiento de la izquierda socialista en el continente
América, con los países de Chile y Bolivia en el Sur y los trabajadores y los socialistas en el norte (los EEUU), han dado buenos pasos mostrando el dinamismo de la lucha de clases. Creemos que se van a estrechar desde el sur las relaciones con los socialistas y el movimiento negro del norte. Hay causas estructurales para ello. Dijimos que los EEUU se estaban “latino americanizando, por el aumento de la desigualdad social y las carencias, por el hecho de que los latinos y negros van a pasar cada vez a ser el sector que más reclama por sus derechos.
Los latinoamericanos hemos dejado de ver dejamos a ver como nuestros enemigos a los EEUU como un todo. Comenzamos a ver que tenemos aliados en los trabajadores en el movimiento negro y los socialistas, estos últimos estratégicos.
Y por otra parte la izquierda norteamericana nos puede comenzar a tomar cono una referencia. Ya se agoto la experiencia de Iglesias, Corbyn o Tsipras. Van a comenzar a ver que el sector de más lucha, la vanguardia más experimentada en este último período está en su Sur.
En este contexto es una obligación del PSOL convocar a un pre encuentro que organice un seminario continental de los socialistas para comenzar a trabajar juntos estableciendo lazos de solidaridad, de ayuda mutua, practicando el internacionalismo y trabajando para construir una red continental. Los problemas son similares. Y más juntos podemos enfrentarlos.
Los socialistas agrupados en la IV Internacional tenemos que ponernos las pilas, actuando sin sectarismos para que eso sea posible.
Pedro Fuentes es dirigente internacionalista del PSOL.