Todas las encuestas (IPSOS, DATUM, CPI) encuentran a Pedro Castillo por delante holgadamente. La más reciente, de IEP, amplía la ventaja sobre la señora K a 20 puntos. El triunfo del profesor parece seguro, por eso la derecha estalla en pánico y reacciona buscando meter miedo con el fantasma del comunismo y Venezuela a la vuelta de la esquina. Pero esa táctica no le está dando resultado, todo lo contrario. El terruqueo está desgastado, ya no le sirve. Entonces ensaya, dos líneas de ataque. Una es mirar a las FFAA como recurso último para impedir que una candidatura ajena a sus intereses llegue al gobierno.
En esa dirección apuntan las declaraciones de ex militares -uno de ellos de las filas de Renovación Popular- que piden a sus colegas de las FFAA estar alertas ante el peligro que se imponga el marxismo en el Perú. Algunos personajes, como Raúl Diez Canseco de Acción Popular, el Almirante Montoya y el propio López Aliaga, también de RP, hacen parte de esa reacción histérica y chillan al unísono amenazadoramente diciendo que “de ninguna manera” dejarán pasar a Castillo. Queda claro que, para estos sectores pro fascistas, la democracia es funcional a sus intereses. La usan cuando les sirve y la desechan, en nombre de la misma cuando les estorba. Otra línea de ataque es llamar a Pedro a la moderación, a correrse al centro, Es lo que ensaya Hernando de Soto, quien sostiene que las últimas declaraciones de Pedro Castillo van en esa dirección. Se refiere, sin duda, a expresiones poco claras de Castillo respecto a la economía y la gobernabilidad que abrirían una búsqueda de acuerdos “en bien del país”.
Esta táctica ya les dio resultado con Ollanta y no dejarán de apelar a ella para intentar doblegar a Castillo y someterlo a sus intereses. El profe no necesita los favores de la derecha, le basta con mantener la radicalidad de la primera vuelta, sumando demandas y preocupaciones de los sectores medios como el tema corrupción, que debe ser una columna fuerte en esta segunda vuelta. Quizá algunos sectores de izquierda, siempre desconfiados de la fuerza y voluntad popular, se muestren favorables a esa táctica de ir al centro y buscar acuerdos. Ya lo hicieron con Humala, porque Humala no fue solo. Todo un equipo de técnicos y profesionales de primer nivel encabezados por Salomón Lerner le prepararon la Hoja de Ruta. Hoy eso mismos sectores están tentados al voto viciado, con lo cual se harían responsables de un eventual triunfo de la señora K.
Pero, hay entre ellos, quienes apuestan más bien porque Pedro rompa con Cerrón y gire al centro buscando un acuerdo con los grandes empresarios. No dudarán en subirse al coche si tal cosa sucede. Pedro Castillo, no necesita abandonar la radicalidad que le llevó a donde está. Le basta mantenerse así, fiel a su condición de profesor y rondero provinciano. El acuerdo que hace falta no es con la derecha vende patria sino con el pueblo y sus organizaciones políticas y sociales. Poner en pie los Comando Unitarios en cada territorio es una tarea de primer orden. Desde Nuevo Perú ya se ha emitido un pronunciamiento de apoyo a su candidatura en esta segunda vuelta.
Hace falta dar paso a un acuerdo institucional que se extienda a otras fuerzas. No solo se necesita garantizar el voto también cuidarlo en las ánforas. Para ello se impone una política de frente único alrededor de los puntos fundamentales del programa que nos son comunes. Referéndum para una nueva Constitución, nacionalización de nuestros recursos estratégicos empezando por el gas, revisar y anular los TLC lesivos al interés nacional, salud, educación y vivienda como derechos no mercancías, entre otras propuestas son patrimonio de todo un país harto de más de lo mismo y que busca un cambio de fondo. Castillo hoy representa ese cambio y a todo el pueblo peruano, ahí reside la fuerza de su candidatura. Nos toca ser vigilantes de que no haya quiebres en el camino.